No hubo más luchas por la supremacía del fútbol isleño, y en las gradas, antes repletas de millares de animosos seguidores unionistas, camiseta barça se fueron oyendo cada vez menos gritos de aliento. Su mayor capacidad fue de 74 860 espectadores, una vez que se ampliaron las dos cabeceras. Global Solutions desarrolla una cartera de servicios para el segmento B2B, incluyendo soluciones digitales (Cloud y Seguridad) y servicios de telecomunicaciones (voz internacional, IP, capacidad de ancho de banda, servicios por satélite, movilidad, servicios fijos, móviles, servicios IT y soluciones globales). El campeón tinerfeño en la campaña 1952-53 se enfrentaría en una eliminatoria a doble partido al décimo segundo clasificado de Grupo II de Segunda División. 16 a 12 (como en la primera edición); también el sistema de formato cambió, debido a que el primero de cada grupo junto con el mejor segundo casificaban directamente a las semifinales, a diferencia de la primera edición en la que participaron 12 equipos y los dos primeros de cada grupo junto con los dos mejores terceros clasificaban a los cuartos de final. El campeonato de primera categoría correspondiente al ejercicio 1955-56 lo finalizó en tercer lugar, por detrás del Unión Deportiva Güímar y del Club Deportivo San Andrés.
En mayo de 2023 la Asamblea de Dueños de la Liga MX aprobó la reforma de la segunda categoría del fútbol mexicano, con la cual todos los equipos participantes del máximo circuito deberán contar con un equipo Sub-23 en la Liga de Expansión, la cual será fusionada con la Liga MX Sub-20 para dar forma a una nueva liga para futbolistas de la categoría Sub-23. Con su máximo rival en un nivel superior, alejado ya de las competiciones locales, e históricos contrincantes, como el Iberia, desaparecidos, comenzó una nueva etapa para el Real Unión. Sin embargo, los acuerdos tomados en los plenos celebrados en la sede del Real Federación Española los días 10 y 11 de julio de 1952 lo cambiaron todo. En junio de 1955 los de azul y grana obtuvieron la Copa Federación de Primera Categoría, eliminando a la Unión Portuense, Club Deportivo Arenas y, por último, al Club Deportivo San Andrés. Otra novedad de esta campaña fue que los mejores equipos palmeros, después de múltiples intentos, pudieron ser inscritos en la primera regional, desdoblándose esta en dos grupos. Los dos campeones de los respectivos grupos constituyeron la representación tinerfeña en el estreno de la nueva Liga Interregional.
Una nueva oportunidad, dos años después que se tenía intención de repetir hasta que la provincia lograse colocar un representante en categoría nacional. Al término de la campaña, y pese a la anunciada concesión de una nueva oportunidad de cara a la siguiente, los acuerdos de colaboración parecían rotos y repetir el proyecto en común era una utopía. La afición de la isla se volcó con el llamado «equipo de todos» y se mostró optimista de cara a la consecución de tan ansiado objetivo. El profesionalismo ganó la partida y la atención de gran parte de la afición al deporte rey en la capital recaía ya en el Club Deportivo Tenerife y en sus andanzas por los primeros niveles del fútbol español. Landa, frecuentemente acompañado por José Luis López Vázquez, representó en numerosas películas al macho ibérico, prototipo medio del español de la época: bajito, moreno, obsesionado con las mujeres y reprimido sexualmente. Las Plazas, José Luis y Pardo, Carlos. En el torneo de 1948, los históricos jugadores itálicos como el arquero Daniel Chirinos, el defensor Carlos Varela y los artilleros Juan Zárate y Domingo Romo llevan nuevamente a Audax Italiano a la obtención de su tercer título a nivel profesional.
El jurado del concurso estuvo integrado por los artistas argentinos: Juan Distéfano, Ary Brizzi y Roberto Páez. Este concurso futbolístico, denominado Torneo Relámpago por celebrarse en una misma jornada, se lo llevó el conjunto de azul y grana, recibiendo como premio una copa donada por el presidente de la federación insular, Juan de la Rosa. En sustitución del tradicional campeonato, la federación insular organizó un torneo para decidir el equipo que tendría el esperado ascenso a tiro de una única eliminatoria. La última pues el Club Deportivo Tenerife superó a los otros dos aspirantes y posteriormente en la eliminatoria de promoción al Orihuela Deportiva C. F., saliendo de esta forma por primera vez en la historia un club tinerfeño de las divisiones regionales. Los cambios acaecidos forzaron una reestructuración de la primera categoría regional, concediéndose el ascenso a la misma a diversos equipos de la división inferior. En la temporada 1953-54 el Real Unión regresó, tras su exclusión en la atípica edición anterior, a una renovada pero descafeinada primera categoría.